Existen siete chakras principales en nuestro cuerpo, alineados con la columna vertebral empezando desde la base hasta la cabeza.

Estas ruedas de energía invisible (Prana) se mueven constantemente y nos ayudan a mantener nuestra vitalidad y salud. Según las tradiciones orientales el cuerpo humano se compone de varios niveles de energía.

Siguiendo los textos sagrados budistas, tenemos a parte de un cuerpo físico, un cuerpo sutil llamado "cuerpo de vajra" (vajrakõya). Éste está regulado por flujos de energías sutiles que se distribuyen a través de largos canales (Nadi) y dentro de centros energéticos (chakras).

Esta energía que se acumula en los chakras nos permite de tener una vida activa física y emocional.

Dado que todo es energía es necesario que estos centros estén equilibrados y se queden abiertos al flujo de energía. Si hay una obstrucción, la energía no puede fluir y esto puede ser causa de problemas físicos o de otro tipo.

Los chacras se pueden bloquear por conflictos emotivos, accidentes, traumas, perdidas etc. El miedo, el estrés y la ansiedad, son síntomas comunes de chakras desafinados.

Funciones de los chakras:

Físico:

Cada chakra esta asociado a una glándula del cuerpo. Cuando los chakras están equilibrados nuestra energía fluye libremente. Los chakras tienen representaciones coloridas y simbólicas.

Primer chakra:

El chakra Muladar esta ubicado en la base del coxis y es de color rojo representa seguridad, estabilidad, supervivencia y confianza. Cuando este está abierto nos sentimos seguros y sin miedo. Los síntomas de que este chakra no está en equilibrio pueden ser: estreñimiento, artritis, problemas en la rodilla, ciática, entre otros. 

Segundo chakra:

El Svadhisthana, chakra de color naranja es donde reside nuestra creatividad. Se asocia a nuestra habilidad de hacer cosas a un nivel físico y se encuentra por encima del hueso púbico. Síntomas que este chakra no está en equilibrio son: dificultades en nuestra habilidad en expresar emociones, nuestra capacidad de jugar, divertirnos, sexualidad, miedo de impotencia y adiciones.

Tercer chakra:

Manipura, es de color amarillo se encuentra entre el ombligo y plexo solar representa el corazón de nuestra personalidad, nuestra identidad o el ego. Esto es el centro de nuestra fuerza de voluntad. Síntomas que este chakra no está en equilibrio son: falta de equilibrio emocional, falta de auto estima, ser muy autocritico, miedo del rechazo, descontento con la apariencia física.

Cuarto chakra:

El Anahata, es de color verde y se encuentra en el área cercana al corazón. Se asocia a nuestra habilidad de sentir compasión. Los orientales dicen que aquí es donde se encuentra el alma. El cuarto chakra sirve de punto de conexión entre nuestro cuerpo, mente, emociones y espíritu. Cuando no está fuerte te encuentras cerrado, con baja autoestima y envidia.

Quinto chakra:

o chakra de la garganta (vishuddha) es de color azul claro y se encuentra en la zona de la garganta, incluyendo la tiroide, boca, lengua y mandíbula y está asociado con nuestra capacidad de expresarnos o comunicarnos, nuestra zona derecha del cerebro. Un chakra débil aquí puede tener dificultades para expresar las propias emociones. Mientras si está demasiado activo puede provocar habla negativa, críticas y relaciones exageradas

Sexto chakra:

el Ajna, es el centro de la intuición. De color índigo, se encuentra entre las cejas. Comúnmente referido como el "tercer ojo". Aquí se genera el don de la Clarividecia  sabiduría y percepción. Nuestros sueños se encuentran en este chakra. Si es débil puede causar dudas en uno mismo, olvidarse de las cosas, inhabilidad a confiar en proprio instintos, dolor de cabeza.

Séptimo chakra:

El Sahasrara es de color violeta, es el último chakra y se encuentra encima de la cabeza. Este chakra nos ayuda a transcender el ego y a comprender que todo está conectado a nivel universal. La energía de este chakra nos permite experimentar un sentido de unidad con todo que hay en el universo. Un chakra débil puede causar un sentido de desconexión con el flujo de la vida

Como abrir los chakras:

Ser consciente de cual de tus chakras está bloqueado es fundamental para reequilibrarlos.

Cuando hablamos de reequilibrar los chakras nos referimos al proceso a través del cual los chakras se llevan a un estado fluido y armonioso. Hay varias técnicas que pueden servir.

Cada chakra tiene una conexión dinámica con el resto de los chakras así que se tiene que considerar todo como un único sistema.

Los sistemas más comunes para abrir los chakras son: reiki, meditación (incluyendo meditación sobre los chakras) yoga, pranayama, terapia craneo sacral y otras medicinas holísticas como el uso de cristales de curación y la alimentación.